La inestabilidad institucional de Perú y sus consecuencias económicas y sociales
En los últimos dos meses, los disturbios y la violencia han plagado a Perú. Después de las acciones corruptas del presidente anterior, Pedro Castillo, y un llamado a la renuncia de la nueva presidente Dina Boluarte, muchas protestas han surgido en todo el país. Las protestas han perjudicado la economía del Perú y han contribuido a una mayor brecha entre el gobierno y sus ciudadanos.
El comienzo de los disturbios y las protestas se remonta a diciembre del año pasado. El 7 de diciembre de 2022, el expresidente Castillo planeó un “golpe” del congreso peruano, pero la definición de esta acción está sujeta a debate. Castillo quería usar las fuerzas armadas para cerrar el congreso que le acusaba por varios casos de corrupción y traición. Sin embargo, el congreso no cerró, se negó a retirarse y votó para destituir a Castillo. Esta acción por el congreso puso fin a su presidencia y Castillo fue detenido. El 7 de diciembre, Dina Boluarte se convirtió en presidenta de Perú.
Actualmente, hay un llamado para la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y la liberación del expresidente Castillo. Para muchos, Castillo representa a las personas normales en el país, especialmente a los indígenas. Boluarte representa el derecho de los gobiernos en el pasado y la detención de Castillo representa la supresión de la voluntad de las personas normales. En respuesta, muchos en el país, especialmente en el sur, donde hay una población más grande de origen indígena, comenzaron una protesta contra la administración de Boluarte.
Las protestas han tenido muchos efectos negativos, tanto económicos como sociales, algunos que pueden durar más que otros. Hasta ahora, las protestas han tenido un gran impacto tanto en la industria turística como en la del cobre en Perú, las cuales tienen un impacto significativo en la economía del Perú. Según la revista Bloomberg, las protestas peruanas han cortado casi 4 mil millones de dólares de cobre. El 3 de enero, la Bamba, la tercera mina de cobre más grande del Perú, cesó sus operaciones debido a las protestas en el área. También, las protestas han interrumpido la cadena de suministro de los metales y el café en el país.
En Perú, el turismo es una de las industrias más importantes para la economía del país. En la industria de turismo, el país ha forzado cerrar muchos sitios turísticos en todo el país. En los dos últimos meses, sitios importantes como Machu Picchu han cerrado para la seguridad de los turistas. Igor Ybáñez Gamboa, un escritor de Infobae, dice en un articulo que más del 80 por ciento de las reservaciones en enero han sido canceladas como resultado de las protestas. Las cancelaciones tienen un efecto negativo para muchos hoteles, trabajadores hoteleros y otros trabajadores de la industria turística en Perú.
En el año pasado, la inflación ha aumentado a un ritmo alto en todo el mundo. Sin embargo, esto es especialmente cierto en Perú. Problemas en la cadena de suministro en resultado de las protestas han provocado que el precio de los alimentos y bienes aumente más allá de la tasa de inflación. En enero de 2023, la tasa de inflación en Perú fue 8.66 por año. Según Forbes Perú, sectores clave como la agricultura, el turismo y la minería se han visto afectados negativamente por las protestas. Esto es especialmente difícil para los pobres en el país porque perjudica su capacidad para comprar alimentos, recibir atención médica y su acceso a agua limpia y segura. Forbes dice que el año pasado, el precio del pollo aumentó 20 %. Con estos altos precios, muchos en el país luchan por encontrar el dinero para pagar por la comida y otras necesidades.
Las protestas en Perú tienen un impacto grande en la economía de Perú y en la vida de su gente. En total, Perú necesita encontrar respuestas a sus problemas políticos, porque los resultados de sus acciones determinarán el bienestar del futuro de la nación, tanto social como económicamente.