septiembre 28, 2020

La salud mental en América Latina

La salud mental afecta a cada aspecto de la vida diaria. La diferencia entre una salud mental buena y mala es grandísima. Según la Organización Mundial de la Salud, la salud mental es el “estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. Si los problemas de la salud mental no son abordados, hay grandes implicaciones para la sociedad y vida del individuo. 

Los trastornos mentales son muy prevalentes en Latinoamérica. Hay una gran variedad de trastornos mentales que existen, pero los trastornos depresivos y de ansiedad son los más comunes. La tristeza y la ansiedad son partes normales de la vida pero cuando impiden a una persona funcionar en su día a día, resultan en un problema más serio, como un trastorno mental. La Biblioteca del Congreso Nacional de Chile dice que “Más de 300 millones de personas sufren de depresión a nivel mundial, casi el mismo número de personas que sufren algún tipo de trastorno de ansiedad” y un 15% de las personas con depresión viven en las Américas. 

Los trastornos de ansiedad son prevalentes, también. Las personas con trastornos de ansiedad forman un 3,6% de la población mundial. En las Américas, la prevalencia de ansiedad es única- “la única región en el mundo en donde la prevalencia de trastornos de ansiedad supera porcentualmente a la de los trastornos depresivos”. Hay muchos trastornos de ansiedad diferentes como la ansiedad generalizada, trastorno por pánico, agorafobia y trastorno por estrés postraumático. Ninguno de los trastornos mentales es imposible de tratar, pero puede ser debilitante. Entre los años 2005 y 2015, hubo un aumento mundial de los trastornos mentales del 18,4 % y, por eso, los efectos negativos continúan aumentando también. 

Los trastornos mentales crean problemas para la economía y la sociedad, además del sufrimiento del individuo. En Colombia, los trastornos mentales son una de las principales causas de pérdida de productividad, y la depresión es “el factor principal responsable de 8% de los años vividos con discapacidad entre todas las enfermedades en la Región”. En adición a los trastornos neurológicos y por uso de sustancias, son las mayores causas de discapacidad. Mucha gente piensa que las causas de discapacidad son físicas, pero estas estadísticas muestran que la salud mental tiene mucho impacto en la productividad y el bienestar. Los trastornos mentales son invisibles pero poderosos y no deben ser ignorados. 

Uno de los efectos más serios de los trastornos mentales es el suicidio. El suicidio es un problema muy complejo y es responsable de muchas muertes cada año. Los estudios muestran que existe correlación entre las cifras de trastornos mentales y los casos de suicidio. Según la Organización Mundial de la Salud, “Más del 90% de las víctimas de suicidio padecen un trastorno mental crónico susceptible de ser diagnosticado, como la depresión, así como trastornos debidos al uso de sustancias”. El uso de sustancias está ligado a los trastornos mentales como una forma de automedicación. Cuando alguien se automedica, la condición de su salud mental y su salud física se deteriora. La presencia del suicidio en personas con trastornos mentales fortalece la importancia del tratamiento profesional.

Aunque los trastornos mentales deben recibir tratamiento, mucha gente nunca lo recibe. En la región, hay una brecha muy grande de tratamiento entre los adolescentes y los adultos. En los adultos con trastornos mentales graves o moderados, un 73,5% no reciben tratamiento (el porcentaje es más alto para los niños y adolescentes- 82,2%). Hay razones diferentes para esto: la falta de acceso a los recursos de salud y la prevalencia del estigma de los trastornos mentales en la sociedad. La gente que vive en la pobreza tiene más riesgo de desarrollar trastornos mentales, y también le falta el acceso a los recursos necesarios. Aunque la salud mental es responsable de niveles altos de discapacidad y suicidio, solamente el 2% de los fondos de salud están destinados a la salud mental en América Latina. Es importante que las políticas y los presupuestos reflejen las necesidades de los servicios específicos de psiquiatría y salud mental en las comunidades latinoamericanas.

Sin embargo, hay otro desafío para obtener el tratamiento de salud mental: el estigma social. La gente con trastornos mentales tiene miedo de las preconcepciones públicas de sus trastornos como la depresión y la ansiedad. Hay una historia de discriminación con los trastornos mentales y las personas reciben calificativos como “loco” y “psicótico”. Por esas y otras razones, no buscan ayuda profesional. Sin embargo, hay muchas organizaciones que promueven la educación y combaten el estigma social en el mundo ahora. Además, organizaciones internacionales están desarrollando iniciativas para cambiar las políticas en otros países y “ lograr un liderazgo y gobernanza eficaz en materia de salud mental”. Tenemos mucho trabajo por hacer, pero el cambio ha empezado ya. 

Fuentes: 

Banco Mundial, “La mala salud mental, un obstáculo al desarrollo de América Latina,” Antonio Cruz, miércoles 13 julio, 2015.

Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, “Salud mental en las Américas, ‘no hay salud sin salud mental,’” martes 28 agosto, 2018.

CNN, “El impacto de la pandemia de covid-19 en la salud mental ya es ‘extremadamente preocupante,’ dice la ONU,” Jacqueline Howard, jueves 14 mayo, 2020. 

Organización Mundial de la Salud, “La salud mental en la Región de las Américas,” 2017.